Por: Francis Santana
A raíz de la pandemia del Coronavirus, una situación de gravedad
sin precedentes en nuestra historia, amenaza con echar por el suelo los
extraordinarios esfuerzos de las clases laboriosas por construir la nación
dominicana.
Organismos internacionales aseguran que nuestra economía tendrá
cero crecimiento este año.
Que es posible que en el país mueran alrededor de 7 mil personas
por Covid-19.
Las remesas han disminuido drásticamente.
El sector turístico en estado agónico.
Los hospitales están a punto de desbordar su capacidad para
recibir contagiados.
Crecen de manera indetenible los afectados por el coronavirus.
Alrededor de un millón de obreros han quedado en la calle sin
esperanza de recuperar sus plazas de trabajo.
La pequeña, mediana y micro-empresa al borde de la quiebra.
La niñez, los adolescentes y la juventud fuera de los centros
educativos.
La gente en masa en las calles, colmadones, plazas y parques
como si nada estuviese pasando, poniendo en riesgo la salud y la vida de sus
familias y la de ellos mismos.
Y un gobierno que no fue capaz de tomar a tiempo las necesarias
medidas para enfrentar la pandemia y cuanto hizo fue usar la misma para hacer
negocios y campaña política.
Es una situación aterradora, pero que además, no se observa una
superación de la misma a corto plazo, porque aún no aparecen los medicamentos,
ni la vacuna contra el virus.
Es probable que algunos estén pensando que el nuevo gobierno va
a enfrentar y a controlar esta pandemia. Nada más ingenuo.
Sólo un cambio radical en nuestro comportamiento social,
respetando rigurosamente los protocolos establecidos por la Organización
Mundial de la Salud, que implica dejar atrás la chercha y la irresponsabilidad
con que hemos asumido esta gravísima realidad, puede garantizar que salgamos
victoriosos de este desafío.
Lo reitero nuevamente: solo una férrea voluntad y una sólida
disciplina puede garantizarnos no ser parte de las estadísticas de las víctimas
del Coronavirus.
No nos demos por derrotados, atrevámonos a hacer todos los
sacrificios necesarios por la vida.
Salgamos victoriosos de esta batalla, para continuar con mayor
entusiasmo aún, en la lucha revolucionaria por la liberación nacional.
¡No nos dejemos derrotar por el Coronavirus!
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