La doble cara de Mazambula
Por José, Chino, Bujosa
Al temible sargento de la policía Mazambula lo conocí desde aquellos días febriles de la lucha por el Medio Millón a la UASD. Recuerdo la lluvia de bombas lacrimógenas que nos disparaba cada vez que los estudiantes intentábamos salir del recinto a protestar bajo la consigna: ¡Balaguer Asesino! ¡Medio Millón a la UASD! A pesar de su gruesa anatomía y su rostro de simio era muy ágil y despiadado cuando lograba detener, en sus carreras por apresar a estudiantes.
En una de estas marchas, organizadas por el grupo estudiantil Fragua, bajo mi dirección, nos enfrentamos frente a frente en la intersección de la Av. Alma Mater con Correa y Cidrón el con sus tropas armadas de bombas lacrimógenas, fusiles, revólveres y ametralladoras y nosotros de piedras y palos dispuestos a lo que fuera. Mazambula comenzó a disparar unas ráfagas de bombas y ahí se produjo una de las más fiera batallas por el Medio Millón. palos y piedras contra tiros y bombas.Tras los disparos de las bombas lacrimógenas se producía la persecución con balance de varios estudiantes presos, golpeados y afectadas su respiración y ojos a causa de los efectos de los gases.
Estas permanentes movilizaciones, dentro y fuera del recinto universitario me ocasionó un desgaste físico que me produjo una pérdida de peso. (de 140 libras baje a 115). Me encontraba tan débil que tuve que tomar un breve receso por consejos médicos. En esos días que me reponía en mi casa me visitó el amigo Hatuey de Camps para llevarme medicinas y Marta Morena con leche Condensada Un bello gesto de quien en la lucha estudiantil éramos de grupos diferentes.
Luego de restablecerme, los fragüeros, Danilo Santiago, Felvio Rodríguez, e Infante al verme tan flaco, me aconsejaban que no era saludable que siquiera botando la energía que había recuperado. Escuchaba sus consejos, pero se me hacía difícil acatar ya que mi responsabilidad como dirigente era estar al frente de las movilizaciones.
Fue entonces que estando preso en la cárcel La Victoria que conocí más a fondo a este grotesco personaje semejante a King Kong. No se cual era la razón, pero cada vez que me tocaba ir a la Justicia la jefatura de la Policía ordenaba a Mazambula y seis de sus subalternos mi custodia.
Quiero confesarle que el Mazambula, represivo que conocí en aquellos enfrentamientos de estudiantes y policías era otro. Siempre en el trayecto se portaba muy respetuoso con mi persona. Por lo general, al principio, me esposaba, luego dejó de hacerlo y me permitía al termino de los juicios hablar con mis familiares. Esta relación de ir y venir a la Justicia me permitió conocer la otra cara de ese odiado y repugnante policía.
Llegue incluso a tener algunos diálogos con él en los cuales le preguntaba sobre su diabetes y su obesidad y el me llegó a confesar que aprovechaba las carreras -tras los estudiantes- como una manera de ejercitarse para rebajar de peso atendiendo a consejos médicos. luego de mi libertad me entere de la muerte de este temible sargento que tanto tiros, bombas y carreras nos provocó en aquellas históricas protestas del medio Millón a la UASD.
Fuente: Jose Bujosa Mieses | Facebook
José, Chino, Bujosa.
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