Por Manuel Salazar
El debate electoral reciente en Perú desarrolló en torno a
la dicotomía Izquierda- Derecha, y ha ganado la primera.
Es muy significativo que el debate haya polarizado Izquierda
contra Derecha. Sin términos medios.
La Izquierda ha ganado con Pedro Castillo, como candidato a
la presidencia.
Keiko Fujimori ha recurrido al recurso de la denuncia de
fraude, sin presentar prueba alguna; lo que confirma el triunfo de Pedro
Castillo.
Porque es habitual en América Latina, y ahora se puso
también de moda con Donald Trump en los Estados Unidos de Norteamérica, que los
que pierden son los que gritan fraude.
La polarización social en Perú; el hastío de los sectores
populares por tantos años de políticas neoliberales y por la corrupción e
impunidad en casi todos los gobiernos en los últimos 40 años, y la crisis
politica y del partidismo tradicional por acumulado de todo lo anterior, han
vuelto al pueblo peruano a mirar para la Izquierda.
Y se debe afirmar esto último. Porque la izquierda fue
opción electoral de gobierno desde 1984 en adelante, y perdió ese lugar a causa
de múltiples factores que en algún momento habrá que evaluar.
Alfonso Barrantes ganó la Alcaldía de Lima en 1984, como
candidato de Izquierda Unida. Hizo una excelente gestión municipal, y en 1985
fue candidato presidencial para enfrentar entre otros candidatos a Alan García
del APRA.
Y tuvo tan buen desempeño que pasó a la segunda vuelta, en
la cual decidió retirarse porque no vio posibilidades de éxito. Alan García
encontró así el camino libre, y ganó las elecciones.
Entonces los votantes de Alfonso Barrantes y la Izquierda
Unida comenzaron a dispersarse.
En 1990 ya estaba en pie una ofensiva de la derecha
neoliberal, con Fujimori a la cabeza,, quien se impuso en las elecciones de
este año.
Alfonso Barrantes e Izquierda Unida habían perdido un
espacio electoral significativo, y no jugaron esta vez, un papel importante en
esas elecciones; cuando cinco años antes habían llegado hasta la segunda
vuelta.
Pedro Castillo y la izquierda recuperan ahora ese pasado. A
su tiempo maduran las uvas, y cuando maduran deben ser recogidas. Ni antes ni
después.
Es importante evaluar esta experiencia completa.
Adelante.
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