sábado, 10 de julio de 2021

IDEAS DE BRÍGIDO PEGUERO (ALFREDO), A UN MES DE SU PARTIDA FÍSICA: DÍA NACIONAL DE LA ÉTICA CIUDADANA: ¿QUÉ PODEMOS EXHIBIR?

«A continuación el texto íntegro, para que se conozca esta parte de su pensamiento político y pueda servir de guía a las presentes y futuras generaciones, y en los procesos de formación política resaltar la importancia de que militantes revolucionarios exhiban la ética como estandarte» Bienvenido Scharboy

Mediante el Decreto 252-05 del Poder Ejecutivo fue instituido el Día Nacional de la Ética Ciudadana.

“Dicha celebración invita a la búsqueda permanente del bien común y el rescate de las buenas conductas en el ejercicio, tanto público, cómo privado, promueve la ética y la responsabilidad como una forma de vida. La inclinación por el bien hacer es un reflejo del desarrollo humano, y se manifiesta cuando nos exigimos conducirnos conforme a valores éticos”.

Esto suena bien. Y está bien que prediquemos así.

El 21 de agosto del año 2012, mediante el Decreto del Poder Ejecutivo 486-12, fue instituida la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG).

Esa entidad es “el órgano rector en materia de ética, transparencia, gobierno abierto, lucha contra la corrupción, conflicto de intereses, libre acceso a la información pública, recepción y seguimiento a las denuncias administrativas”.

Eso también suena muy bonito. En los papeles todo está muy bien. Dice la sabiduría popular que: “El papel aguanta todo”. Y eso se confirma cada día más. “Del dicho al hecho, hay un gran trecho”.

El 29 de abril se escogió en honor del ciudadano Francisco Ulises Espaillat, a propósito de que un día como ese, en el año 1876, el mismo tomó posesión como Presidente de República Dominicana.

Loable ciudadano que debemos imitar en ese aspecto.

Pero, ¿cuántos son los dispuestos a imitarlo?

Lo que está a la vista hoy, 16 años después de instituido el Día Nacional de la Ética Ciudadana, y a casi nueve años de creada la DIGEIG, es que estamos caminando “como el cangrejo” (para atrás). Involucionamos  en ese sentido.

Me refiero, principalmente, a la conducta de quienes manejan “la cosa pública”, con las  excepciones, que sí las hay.

El ejemplo debe emanar de las autoridades, desde el Primer Mandatario hasta el último de los servidores públicos, incluyendo todos los Ministros y Viceministros. Y de igual manera, el Poder Judicial (desde el Tribunal Constitucional y todas las “Altas Cortes” y Junta Central Electoral hasta los de menor categoría de funciones).

Lo mismo debe regir para el Poder Legislativo (Senadores-as y Diputados-as).

Sin embargo, lo que se oye y se ve es que estamos muy lejos de seguir lo que debemos tomar como paradigmas.

Las agendas están cargadas de: casos espantosos de corrupción administrativa, nepotismo, tráfico de influencia, “macuteo”, barrilitos, cofrecitos,  extorsión, denegación de justicia, chantaje, acoso sexual, falsificaciones de documentos, servilismo y entreguismo vergonzante  ante poderes extranjeros, connivencia para entregar nuestra soberanía política y nuestros recursos naturales,  espionajes violatorios de las leyes, negación al derecho al trabajo, la salud y la educación, abuso de poder, nominillas, doble moral, “botellas”‘,  discriminación, represión  política, opresión social,  y todos tipos de acciones inmorales.

Todo contra la ética.

Y esto ocurre en todos los estamentos del Estado, tanto en las entidades civiles, cómo militares, policiales y de espionaje y caliesaje.

Y entonces hay que preguntarse: ¿las autoridades públicas están exoneradas de cumplir con los dos referidos decretos?

¿O es que ellos no son “ciudadanos” de República Dominicana?

¿Cuál es el ejemplo que se da desde los diferentes poderes del Estado?

El “primer primero” es predicar con el ejemplo. Sería mi primer llamado.

Mi segundo llamado, a propósito de esta fecha, es a todas y todos los ciudadanos para que sigamos los buenos ejemplos. Pero también para que nos empoderemos de lo que nos corresponde cuando los de “arriba” no cumplen nada y todo lo violan y lo pervierten.

Los de “abajo” debemos observar un comportamiento ejemplar, en lo público y lo privado. Pero tenemos que enfrentar, denunciar y exigir castigo para quienes desde el poder cometen todo tipo de abusos y tropelías.

Para ser ciudadanos ejemplares tenemos que cumplir y hacer cumplir las normas legales y sociales. De lo contrario, no merecemos que nos llamen ciudadanos. En el mejor de los casos seríamos “habitantes”.

Brígido Peguero

29 de abril de 2021.

Fuente: Ideas de Brígido Peguero (Alfredo) sobre la ética, a un mes de su paso a otra dimensión – El Desahogo Dominicano (wordpress.com)

Brígido Peguero




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