Por: Fortune Modeste Valerio
El pánico, el nerviosismo y la incertidumbre cunden en Palacio y sus alrededores. El presidente Danilo Medina tiene que entregar la banda presidencial dentro de 92 días; ni un día más, pero ni uno menos. Prolongar su permanencia sería un golpe mortal a la frágil democracia criolla que metería al país en un callejón sin salida.
En una democracia verdadera, la nuestra es una caricatura, los fundamentos del gobierno descansa en el respeto a la Constitución de la República; en la independencia de los poderes del Estado y de sus Instituciones. Hemos navegado en un mar picado por las violaciones constitucionales, por actos de corrupción acompañado de impunidad, donde el narcotráfico anda como perro por su casa; y las ambiciones desmedidas de un presidente que se ha impuesto con la fuerza del fraude electoral y el uso y abuso de los recursos públicos.
El presidente Medina sabe muy bien que tiene que entregar su mandato presidencial el próximo 16 de agosto. Él ha aprovechado, con mucha maldad, la llegada de la pandemia COVID 19 con fines electorales y hacer negocios. No desaprovecha la oportunidad para materializar sus últimas vueltas. Cualquier intento en prolongar su periodo, sobre la base de suspender las elecciones del 5 de julio, porque la peste imposibilite la misma, encontrará de frente a un pueblo que saldrá a las calles, con mascarillas y guantes, para oponerse a tan descabellada pretensiones por perpetuarse en el poder.
El descaro de este gobierno, Danilo y el PLD, llega al extremo de meternos por boca y nariz, su candidato presidencial en medio de las embestidas de la pandemia, utilizando todos los recursos públicos; mientras llamaba a no politizar y a quedarse en sus casas; llegando al límite de utilizar la fuerza pública para maltratar a la población en un mamotreto e inoperante “toque de queda”. El mal llamado estratega peledeista, como se le llama al presidente Medina, se pasó de la raya de la prudencia y de la sensatez. Su candidato no avanzó en nada en la preferencia del pueblo. La misma sirvió para demostrar hasta donde entra su estado de desesperación e incertidumbre, ante el declive de sus candidatos y su partido, el PLD.
—El presidente tramposo y mentiroso, juega, al vironai, con "dados cargados"; para intentar prolongar su mandato Constitucional y posicionar su penco candidato. Se le pelará el billete. Al jugador de juego de azar, se lo llevan con la silla al caco.
El nuevo escenario permite afirmar que a Danilo y el PLD, le quedan su cuarto de hora. Que aprovechen su tiempo para realizar todas las diabluras que saben hacer, porque la justicia se encargará en desatar sus bellaquerías y penalizar las violaciones constitucionales y procedimentales en el manejo de la cosa pública. Al PLD le llagará su Panamá para usarlo en Najayo o en 12 de Azua.
El momento es electoral y así debe ser tratado; un proyecto sin contar con las fuerzas fundamentales cae en el vacío. Ha llegado la oportunidad de someter en forma dialéctica, el pensamiento y el accionar, a la realidad objetiva. Esto nos conducirá a ganar espacio y tiempo en la lucha por alcanzar el poder. Al PLD se le derrota en las urnas y hacia allá deben estar concentrados nuestro esfuerzo, el empuje. Lamentablemente, las organizaciones de la izquierda revolucionaria, progresistas y democráticas, se encuentran dispersas y desunidas; nunca han trabajado con fines electorales; por consiguiente, quedan en condiciones precarias para el certamen.
La importancia en conocer y dominar las fases por la que atraviesa la sociedad radica en sujetar el accionar a las condiciones económicas, políticas y sociales de las mismas. En este momento, es necesario instaurar un proceso democrático e institucional, donde se respeten las leyes y procedimientos institucionales que garanticen la vida democrática. Por ejemplo: tener una Justicia y un Procurador “independiente”, independencia de los poderes del Estado, adaptar la Constitución de la República a los nuevos tiempos, respeto a la libertad sindical, por una JCE imparcial y transparente, etcétera.
Luis Abinader, el PRM y sus fuerzas aliadas, es la alternativa electoral que puede vencer a Danilo y al PLD. No estoy adornando la píldora ni vendiendo ilusiones. Es la pura realidad. Si los revolucionarios no tienen la capacidad para aprovechar la coyuntura, eso es otra cosa que amerita poner atención, con cuidado. Con el triunfo de la oposición se crear un nuevo escenario que nos permitirá avanzar y corregir los errores, haciendo los ajustes, que obstaculiza observar el presente y futuro con optimismo y en forma objetiva, sin inventos.
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