Por: Fortune Modeste Valerio
Pareciera que la pandemia del COVID-19 le cayera al gobierno como el anillo al dedo. Exactamente en el momento preciso para arrinconar a la oposición y quedarse solito en el escenario electoral. La han aprovechado al máximo, volcando toda su artillería pesada en aquellos sectores que deciden unas elecciones.
Danilo Medina y el PLD han perdido los escrúpulos a la hora de mantenerse en el poder e incrementar sus riquezas en su paso por el Palacio Nacional. Ante la agresividad de una pandemia inhumana y selectiva, no pierden tiempo en la utilización de los recursos públicos con fines electorales. Sin embargo, como dicen por ahí: “lo demasiado hasta Dios lo ve”.
La desventaja del gobierno es que los niveles de corrupción, nepotismo y abuso en la utilización de los recursos públicos, raya en lo insoportable; hiere la sensibilidad de la población. Y tienen harto a una sociedad que no desea contemplar su desintegración sentada frente a sus casas, observando el muerto pasar.
Las ventajas de Danilo y el PLD es que están en el gobierno; cuentan con la JCE y todo el poder policial y militar. A los supuestos árbitros electorales, se le vio el rebajo desde el primer momento. Sus actuaciones contaminaron el ambiente e impusieron la voluntad de Palacio. Hasta ahora, la peste morada está muerta de risas, nadando en sus aguas. Le permiten moverse en el territorio nacional, con toda la impunidad del mundo. Los militares y policiales, en lo mismo de siempre, leales a los que gobiernan: un acto irresponsable que desnaturaliza el mandato constitucional.
El Ministerio de Salud Pública, el Plan Social de la Presidencia, los Planes Sociales de la Vice presidenta, el Ministerio de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, se han encargado, cargándolo en sus hombros, las candidaturas presidenciales del gobierno y el PLD, Gonzalo Castillo y Margarita Cedeño de Fernández. Mientras se confina a la población en sus casas, y evitar que salgan a las calles, toque de queda, los dirigentes del PLD peinan el país llevando recursos públicos con fines electorales. Incluso, violando las disposiciones recomendadas para eludir el contagio.
La estrategia no tiene desperdicio. El ministro de salud, Doctor Rafael Sánchez Cárdenas, se encarga de ablandar, llevar pánico a la población y aplicar medidas sanitarias inoperantes; los policías y militares se ocupan de atropellar sin justificación y evitar la circulación de los ciudadanos. Con esto se logra arrinconar en una esquina, a la oposición política, para que los funcionarios y dirigentes del PLD lleven las ayudas envenenadas del gobierno. No solo en el territorio nacional, sino que ahora se han inventado trasladar al país aquellos dominicanos que por cualquier razón no pueden regresar a su patria.
El plan electoral de Danilo y el PLD está en ejecución desde antes de la aparición de la pandemia COVID 19, originada por una de la familia de los Coronavirus, SARS-CoV-2. Su llegada cayó como la uña al dedo, recibida con beneplácito por el gobierno para intentar posicionar a sus candidatos presidenciales y hacer negocios. Por eso, se han negado a conversar con la oposición, y, mucho menos, poner atención a los llamados a sus opositores, enfrentar la plaga y la grave crisis económica, política y social que arrastra en su paso.
La oposición todavía sigue en liga menor, de vez en cuando lo suben a Grandes Ligas y se vuelve loca. No se da cuenta que lo más importante es mantenerse en la cima, haciendo los ajustes correspondientes. A veces, se le obnubila el pensamiento, provocando pasos erráticos. Sobrestimando las posibilidades en derrotar al gobierno de Danilo y el PLD. Desconociendo que el escenario electoral ha cambiado considerablemente, nadie gana con sus propias fuerzas.
Luis Abinader y el PRM deben comprender que el triunfo electoral en las elecciones municipales pasadas arrojan importantes experiencias a considerar. Entre ellas, la victoria de Manuel Jiménez, actual Alcalde en Santo Domingo Este. No se debe menospreciar a nadie en esta contienda. Hay que coordinar los trabajos electorales, difundir el programa de gobierno y los acuerdos políticos con las fuerzas aliadas. El que #SEVAN, no basta. Intensifiquemos el trabajo, con todas las precauciones de lugar, en la población.
Pareciera que la pandemia del COVID-19 le cayera al gobierno como el anillo al dedo. Exactamente en el momento preciso para arrinconar a la oposición y quedarse solito en el escenario electoral. La han aprovechado al máximo, volcando toda su artillería pesada en aquellos sectores que deciden unas elecciones.
Danilo Medina y el PLD han perdido los escrúpulos a la hora de mantenerse en el poder e incrementar sus riquezas en su paso por el Palacio Nacional. Ante la agresividad de una pandemia inhumana y selectiva, no pierden tiempo en la utilización de los recursos públicos con fines electorales. Sin embargo, como dicen por ahí: “lo demasiado hasta Dios lo ve”.
La desventaja del gobierno es que los niveles de corrupción, nepotismo y abuso en la utilización de los recursos públicos, raya en lo insoportable; hiere la sensibilidad de la población. Y tienen harto a una sociedad que no desea contemplar su desintegración sentada frente a sus casas, observando el muerto pasar.
Las ventajas de Danilo y el PLD es que están en el gobierno; cuentan con la JCE y todo el poder policial y militar. A los supuestos árbitros electorales, se le vio el rebajo desde el primer momento. Sus actuaciones contaminaron el ambiente e impusieron la voluntad de Palacio. Hasta ahora, la peste morada está muerta de risas, nadando en sus aguas. Le permiten moverse en el territorio nacional, con toda la impunidad del mundo. Los militares y policiales, en lo mismo de siempre, leales a los que gobiernan: un acto irresponsable que desnaturaliza el mandato constitucional.
El Ministerio de Salud Pública, el Plan Social de la Presidencia, los Planes Sociales de la Vice presidenta, el Ministerio de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, se han encargado, cargándolo en sus hombros, las candidaturas presidenciales del gobierno y el PLD, Gonzalo Castillo y Margarita Cedeño de Fernández. Mientras se confina a la población en sus casas, y evitar que salgan a las calles, toque de queda, los dirigentes del PLD peinan el país llevando recursos públicos con fines electorales. Incluso, violando las disposiciones recomendadas para eludir el contagio.
La estrategia no tiene desperdicio. El ministro de salud, Doctor Rafael Sánchez Cárdenas, se encarga de ablandar, llevar pánico a la población y aplicar medidas sanitarias inoperantes; los policías y militares se ocupan de atropellar sin justificación y evitar la circulación de los ciudadanos. Con esto se logra arrinconar en una esquina, a la oposición política, para que los funcionarios y dirigentes del PLD lleven las ayudas envenenadas del gobierno. No solo en el territorio nacional, sino que ahora se han inventado trasladar al país aquellos dominicanos que por cualquier razón no pueden regresar a su patria.
El plan electoral de Danilo y el PLD está en ejecución desde antes de la aparición de la pandemia COVID 19, originada por una de la familia de los Coronavirus, SARS-CoV-2. Su llegada cayó como la uña al dedo, recibida con beneplácito por el gobierno para intentar posicionar a sus candidatos presidenciales y hacer negocios. Por eso, se han negado a conversar con la oposición, y, mucho menos, poner atención a los llamados a sus opositores, enfrentar la plaga y la grave crisis económica, política y social que arrastra en su paso.
La oposición todavía sigue en liga menor, de vez en cuando lo suben a Grandes Ligas y se vuelve loca. No se da cuenta que lo más importante es mantenerse en la cima, haciendo los ajustes correspondientes. A veces, se le obnubila el pensamiento, provocando pasos erráticos. Sobrestimando las posibilidades en derrotar al gobierno de Danilo y el PLD. Desconociendo que el escenario electoral ha cambiado considerablemente, nadie gana con sus propias fuerzas.
Luis Abinader y el PRM deben comprender que el triunfo electoral en las elecciones municipales pasadas arrojan importantes experiencias a considerar. Entre ellas, la victoria de Manuel Jiménez, actual Alcalde en Santo Domingo Este. No se debe menospreciar a nadie en esta contienda. Hay que coordinar los trabajos electorales, difundir el programa de gobierno y los acuerdos políticos con las fuerzas aliadas. El que #SEVAN, no basta. Intensifiquemos el trabajo, con todas las precauciones de lugar, en la población.
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