Nuestra táctica política en estos momentos particulares y más allá
Movimiento Popular Dominicano (MPD)
Marxista-leninista
Nuestra organización política, jamás ha perdido de vista, la implementación de lo que es la táctica política como ciencia para lograr el poder político en momentos coyunturales que se vayan presentando.
La táctica política como el juego de ajedrez, significa estar permanentemente atento de cómo se vayan jugando y moviendo las piezas, para lograr la estrategia esperada.
Nosotros, como MPD, siempre hemos sabido acotejar la táctica a las condiciones políticas, económicas, sociales, militares y culturales de la República Dominicana.
Nos hemos equivocado muchas veces, pero hemos dado siempre el salto histórico y dialéctico. Ahora, bien nunca, hemos perdido el norte estratégico, de lograr la estrategia de todo Marxista-leninista: el socialismo, por medio de un largo y tortuoso proceso democrático y popular, que vaya éste asentando las bases para el socialismo.
Hemos sido leninista y morenita cuando de táctica política se trata. Ahí están las experiencias históricas y recientes.
Hoy, hemos propugnado por una táctica política, que se diferencia del reformismo político y del parlamentarismo simple. Por qué decimos esto? Por lo siguiente: creemos en la creación de un frente político, democrático, popular y social, sin la alianza con la corrupta y desacreditada partidocracia, que componen los partidos tradicionales de la derecha.
Ese polo o frente, debe tener como objetivo la movilización y organización de las masas trabajadoras, los obreros calificados, los estudiantes, los campesinos, profesionales conscientes y sindicalizados.
Que ese frente popular o coordinadora de masas se construya en el fragor de la lucha popular de calle, porque es la única vía por la que podemos transitar para lograr objetivos concretos y específicos, donde les demos pequeñas victorias a las masas desamparadas y sufridas por los embates que les propinan las clases dominantes concentradas en la unidad del Estado y los empresarios oligárquicos y burgueses en esta etapa histórica dominada por el neoliberalismo y el gobierno de Luis Abinader-PRM.
La táctica política para la construcción de la unidad revolucionaria y popular, no debe esperar más tiempo. La crisis en la que nos han hundido el Estado y el neoliberalismo es cada día más grave.
La crisis constante, en el eje principal que mueve la sociedad, nos referimos a la economía, no aguanta más remiendos. Es natural y dialéctico, que: la economía y sus diferentes componentes, cuando andan mal, se producen malestares y estallidos sociales que en determinados momentos afectan a toda la sociedad, pero al final, quienes cargan con el fardo más pesado, son las partes más débiles de la sociedad: los pobres y la clase media, la cual en nuestro caso dominicano, se destroza cada día más por el peso fuertes, impuestos, carestías de todos los servicios sociales y económicos, los cuales se traducen en angustias, desesperación y desesperanzas; mientras que las clases dominantes con el timón de la economía y el poder político y militar-policíaco, junto al aparato propagandístico y jurídico, atropellan a los dominados y desamparados.
Pero depende de nosotros, los revolucionarios progresistas de izquierda, que a ese tétrico panorama descrito más arriba, les demos el giro necesario para que esas estructuras sean derribadas, implementando los pasos tácticos organizativos, guiados, por el frente político, popular y social, dónde estemos todos los revolucionarios y progresistas estructurados o no en organizaciones de masas o democráticas.
Sabemos, y estamos conscientes de que la simple voluntad, no es garantía, ni estímulo para construir una táctica política correcta. La toma de conciencia y decisión revolucionarias debe ser la primera decisión a tomar ligada a hechos prácticos desde la realidad que vivimos, practicando la crítica, la autocrítica y la evaluación constante, y así levantarnos con más fuerza; jamás dejarnos vencer por el pesimismo contrarrevolucionario, que de seguro la reacción criolla en concurso con la extranjera, va elaborar su línea cultural, al mismo tiempo, que pondrá en práctica su método militar-policiaco, como lo ha puesto en todas las protestas que se han llevado a cabo contra las minerías, los desalojos, las protestas sociales, etc.
Otra parte fundamental de nuestra táctica política, es la siguiente: no vamos a reducir la misma a la participación electoral del 24, sino que irá más allá de esa coyuntura. Que no nos negamos a participar en las elecciones próximas, pero reiteramos, será con las fuerzas de izquierda y organizaciones progresistas, revolucionarias y de masas, sin la alianza con la derecha tradicional de la partidocracia nuestra. Que éste campo sea bien deslindado política y tácticamente hablando.
Que no vamos a ponernos al lado de un sector burgués oligárquico contra el otro, por el contrario, las contradicciones entre el sector en cuestión debe ser caldo de cultivo para acelerar su derrota política y en el futuro en el campo de la economía y otros sectores componentes de su poder.
Ese caldo de cultivo está creado en gran parte, veamos: aceleración de la crisis económica y social, manifiesta en la reordenación del campo de la electricidad, con el nefasto pacto eléctrico y la entrega al oligarca Celso Marranzini de Punta Catalina, el perverso pacto denominado alianza público-privada organizado desde el Estado como expresión total del asalto total del neoliberalismo empresarial y político a la nación.
El gobierno de Luis Abinader-PRM, ya no tiene sentido estatal, sino de privatización de todas las estructuras económicas y financieras que componen lo poco recursos con que cuenta la nación. En pocas palabras, ellos son la nación por completo, el pueblo y todos los recursos naturales les corresponden por expropiación política y económica, usando todos los aparatos jurídicos a su disposición, por eso tienen un congreso corrupto en su mayoría compuesto por narcotraficantes y arribistas provenientes de una pequeña burguesía con aspiraciones lumpen-burguesas.
En otras partes ya hemos hablado de la crisis de la deuda externa con la banca internacional, al igual que de la deuda interna: pública y privada entre las instituciones del Estado o las que tienen el área privada del país.
A diario llueven denuncias de aumentos en las tarifas eléctricas, a éste sector le eliminarán los subsidios, entiéndase a los subsidios miserables que se le han venido dando a los pobres, pero no así, a los sectores empresariales y a las minerías como a la Barrick Gold, entre otras.
Los aumentos vienen por ahí a los servicios de salud y las ARS en contubernio con las autoridades del Ministerio de trabajo.
Si no nos ponemos acorde los revolucionarios y progresistas con una táctica política que dé respuestas de organización, de lucha en las calles, en todos los frentes sociales, nos aplastarán, si seguimos actuando de manera individual y particular. Por lo que es de suma necesidad y emergencia la unidad táctica en un frente político, social, de masas y popular con un programa mínimo y otro de mediano y largo alcance.
Comisión Política del Comité Central del MPD.
Santo Domingo, R.D., 25 de septiembre del 2021.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario