Dr. Ángel Pichardo Almonte
Hoy día existen muchas investigaciones relacionadas al campo de los productos naturales y métodos biológicos que están sustentando las cualidades y los aportes de estos a la mejoría de la salud y la calidad de vida de muchas personas alrededor del mundo.
Apelar al cliché de que los beneficios de las plantas medicinales “no están comprobados científicamente” es reflejo de falta de información actualizada y evidencia carencia de conocimientos y postura científica relacionada a este vasto campo de saberes.
Son cientos las publicaciones científicas que sustentan las propiedades terapéuticas de productos naturales y terapias biológicas.
Estudios sobre el hidrógeno molecular, aceite de coco, ajo, Açaí, jengibre y cúrcuma, AHCC, el sulforafano, contenido en el brócoli, la ozono terapia, Ginkgo, Rauwolfia vomitoria, entre muchos otros, están disponibles en los repositorios de centros de investigaciones y de universidades de Alemania, Cuba, China, EE.UU., Francia, Japón, México, por nombrar algunos. Las investigaciones están accesibles al público en diferentes idiomas
La medicina natural ha sido reconocida como una gran aliada; en muchos casos, sustituta, en otros, complementaria, de los abordajes convencionales hospitalarios para múltiples enfermedades que aquejan a los seres humanos.
Terapias combinadas para el manejo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, diversas infecciones bacterianas, y hasta el cáncer, han sido estudiadas y evaluadas por su uso y efectividad.
No se trata de asumir posturas de endiosar o demonizar un tipo de abordaje sobre otro, lo que cuenta es buscar las mejores formas de contribuir a una medicina integrativa que utilice lo mejor y más estudiado de cada uno de los diferentes abordajes. Sin caer en descalificar ni menospreciar los aportes que cada una ha hecho o tratado de hacer para mejorar y dar esperanzas a personas con determinadas patologías.
Se debe contribuir a reconocer los aportes que la medicina natural ancestral ha realizado a la calidad de vida de muchas personas, conociéndola, respetando su historia , y aplicando los avances de la ciencia y la tecnología para comprender sus mecanismos de acción, así como también, sus posibles potencializaciones y cuidados frente a mal manejo y confusas combinaciones.
Es necesario contribuir a una Medicina Natural con plena responsabilidad, sustentada en evidencias científicas y/o experiencias sistematizadas de usos y resultados, y sobre todo, que no se preste a crear falsas expectativas ante personas y familias, que en situaciones graves de salud, buscan desesperadamente soluciones que le ayuden en estos difíciles momentos.
Evitar el sensacionalismo que se difunde por distintos medios, incluyendo las redes, donde se habla, sin evidencias científicas ni sistematización de experiencias, de que una planta o la mezcla de varias, sirven para “destruir tumores malignos, curar la diabetes, o desintoxicar el hígado en dos días”.
Muchas veces estos mensajes son distribuidos sin ningún criterio, lo que contribuye negativamente a los esfuerzos que desde otros ámbitos vienen haciéndose por la promoción, investigación y buen uso de las plantas medicinales y las terapias biológicas.
Fuente: https://scharboy2009.wordpress.com/2023/01/09/medicina-natural-cientifica/
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