jueves, 20 de abril de 2023

El progresismo y la izquierda convocan a colocar una ofrenda ante la imagen de Francisco Alberto Caamaño

Compañeras y compañeros de:

 

Fuerza de la Revolución - Gentío para el cambio político social - Partido Comunista del Trabajo - Frente Amplio - Alianza País.

 

Amigas y amigos todos: 

 

Sin lugar a dudas, la Guerra de Abril de 1965, de la cual conmemoramos en el día de mañana el 58o. aniversario, es el acontecimiento político más importante sucedido en la República Dominicana durante el siglo pasado, solamente comparada por su magnitud histórica a la Independencia Nacional de 1844 y la Guerra de la Restauración. 

 

Son muchas las características de la Guerra de Abril que pudieran destacarse para fundamentar esta afirmación y muchas las lecciones que nos legó, pero solo nos gustaría, en este momento, destacar alguna de ellas.  

 

La Guerra de Abril fue posible porque en ella y por ella el pueblo sublevado y armado se unificó alrededor de las organizaciones democráticas y de izquierda del momento, de un liderazgo político y militar valiente y aguerrido, y de consignas políticas muy precisas: restitución del gobierno democrático de Juan Bosch y Constitución de 1963. 

 

Sin la unidad del pueblo, sin la unidad de las organizaciones políticas democráticas y de izquierda, sin la unidad del liderazgo político y militar, unidad forjada en los combates contra los traidores nativos y los soldados yanquis invasores, no hubiese sido posible este acontecimiento. 

 

Por otro lado, la Guerra Patria de 1965 no alcanzó a cumplir fundamentales tareas en el plano de la democratización, la justicia social y la plena soberanía que están aún pendientes. Todos los gobiernos de sectores que estaban comprometidos con estos reclamos históricos, que la Guerra de Abril expresó, actuaron en sentido contrario a los mismos. 

 

En este sentido, se derivan dos conclusiones fundamentales: sólo la unidad del pueblo y de las organizaciones realmente comprometidas con estos reclamos históricos, como las que estamos aquí presentes, garantiza que lo que conmemoramos hoy no sea un simple recuerdo del pasado, sino un acontecimiento de una profunda actualidad que nos compromete a todos.

 

Es por eso, que podemos decir que el momento actual es el de la unidad de nuestras organizaciones y del pueblo dominicano para alcanzar la tan anhelada libertad que se escucha en nuestro Himno Nacional, para dejar atrás a los gobiernos corruptos y corruptores que trabajan al servicio de los ricos y que se postran ante los intereses extranjeros. 

 

Es el momento de trabajar unidos por una nueva República Dominicana para hacer realidad el pensamiento de Duarte, Luperón, Manolo, El Moreno y Caamaño y tantos otros que ofrendaron sus vidas por la libertad. 

 

Por último, vamos a colocar esta ofrenda ante la imagen de Francisco Alberto Caamaño, porque él representa el arrojo y la valentía de los héroes y heroínas de Abril de 1965. 

 

¡Gloria eterna a los héroes y heroínas de la Guerra de Abril de 1965!

 

¡Gloria eterna al pueblo sublevado de 1965!

 

¡Viva la República Dominicana!




 

 

 


 

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