Por Francis Santana
Durante los días 14 y 15 del presente mes de mayo, el templo de la Iglesia Católica de San José de Ocoa fue ocupado por un grupo de personas de las comunidades del distrito municipal El Naranjal.
¿Por qué más de medio centenar de ciudadanos de esa zona, decidieron emprender esa acción, que se hizo sentir en todo el país, en las más altas instancias del poder y en la diáspora ocoeña?
Sencillamente, porque se cansaron de las burlas, mentiras y falsas promesas de las autoridades locales y nacionales, frente a sus justos reclamos para que las carreteras de El Naranjal y de Parra, sean asfaltadas.
Previamente a esta jornada de protesta en el templo de la Iglesia Católica, ellos efectuaron múltiples actividades, reclamando sus legítimos derechos.
Hicieron denuncias a través de todos los medios de comunicación, reuniones con el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones y otros altos funcionarios, piquetearon la gobernación provincial e hicieron marchas y caravanas exigiendo que sus reclamos fuesen tomados en cuenta y atendidos debidamente.
Pero frente a cada una de esas iniciativas, las autoridades siempre les respondieron con todo tipo de mentiras y promesas ((hasta con fechas) que nunca cumplieron.
Es así como encontramos a la gobernadora provincial Oliva Castillo, anunciar el día 28 de noviembre del 2021 que para la carretera El Naranjal había 85 millones de pesos.
¿Dónde están esos 85 millones?
¿Qué se hicieron?
Anteriormente, el 4 de febrero del 2021, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Deligne Ascensión, anunció que la carretera El Naranjal estaba en proyecto.
El día 7 de enero del 2022, ese mismo ministro, en reunión con el Comité Pro-Carreteras El Naranjal y Parra, en la capital, dijo que asignarían 70 millones de pesos, para aceras y contenes en nuestra provincia.
El 6 de febrero del 2023, en la comunidad de Monte Negro del municipio de Rancho Arriba y frente al presidente Luis Abinader, el contratista de la obra, Juan Santiago, de la compañía PAYTON, aseguró que, en los próximos 15 días, se iniciarían los trabajos de la carretera El Naranjal.
Y el día 23 de marzo del presente año, en el Ayuntamiento Municipal de San José de Ocoa, el señor Henry Vargas, quien se presentó como director general de los viceministros, prometió, en medio de una amplia asamblea de dirigentes comunitarios, y de las principales autoridades locales, que en 15 días llegarían los equipos del Ministerio de Obras Públicas, para reiniciar los trabajos de las carreteras El Naranjal y Parra.
El señor Vargas también le hizo promesas similares a los moradores de la zona alta de El Pinar, que tenían convocada una huelga para el pasado mes de abril.
Ninguna de esas promesas fue cumplida mínimamente.
Todas se convirtieron en descaradas mentiras, propias de politiqueros demagogos, que viven engañando a las distintas comunidades, no sólo de Ocoa, sino en todo el país.
Fue precisamente por todos esos engaños y por la actitud de desprecio a las demandas de esas comunidades que, cansados de tantas promesas incumplidas, moradores de El Naranjal y de Parra, ocuparon pacíficamente el templo de la Iglesia Católica de San José de Ocoa, reclamando en alta voz, que sus carreteras sean asfaltadas.
Una lucha que llegó a las más elevadas instancias del poder.
En las anteriores luchas, estas no pasaron del marco provincial y por lo general eran despreciadas y no tomadas en cuenta por las autoridades locales
Pero la ocupación del templo católico sacudió a las autoridades locales, trascendió los límites geográficos de la comarca, mostró la incompetencia de las autoridades para enfrentar la delicada complejidad de esta acción popular, llegando directamente a las alturas del poder político de la nación.
El presidente Luis Abinader, respondiendo a las inquietudes del obispo Víctor Masalles, sobre este caso, dijo que los trabajos en esas carreteras se asumirían luego de terminar la carretera Rancho Arriba-Ocoa.
Esta posición no fue aceptada por los ocupantes del templo.
El ministro de Interior y Policía, el director general de la Policía Nacional, exsenadores, el senador actual, el expresidente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, el ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo Roberto Santana, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el acalde del municipio de San José de Ocoa y la gobernadora de la provincia, también se vieron involucrados, en la búsqueda de una solución al problema que significó esa ocupación, lo que demuestra la contundencia de ese hecho.
El compromiso
Al segundo día de la ocupación, en horas de la tarde, en medio de un amplio respaldo del pueblo, (y fruto de las gestiones del ex senador Pedro Alegría) el ministro de Obras Públicas se comprometió con el Comité Pro Construcción de la Carretera, que dirige esta lucha, a enviar los equipos de esa institución, el martes 16, e iniciar los trabajos el miércoles día 17 de mayo, para atender los reclamos de que sean asfaltadas las carreteras El Naranjal y de Parra.
Es a partir de ese compromiso, que el lunes 15 en horas de la noche, en reunión con varios funcionarios locales, un ex senador provincial y el párroco de la iglesia, se decidió concluir la ocupación del templo católico.
Ya han empezado a llegar algunos equipos a El Naranjal y a Parra; pero están haciendo más bulto y allante que otra cosa.
El ministro de Obras Públicas debe cumplir de verdad y con seriedad lo acordado. De lo contrario, estoy absolutamente seguro, de que las comunidades que ocuparon el templo católico estarían en disposición de emprender acciones mucho más contundentes, y esto no le favorece al Gobierno, ni a San José de Ocoa, que lo que quiere es trabajar, vivir en paz y que se atiendan sus justas demandas.
Las distintas personalidades, que estuvieron preocupadas por encontrarle una salida satisfactoria a la ocupación del templo católico de Ocoa, deben continuar sus esfuerzos contribuyendo a que las autoridades cumplan con los compromisos contraídos.
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