Juanito interrogado antes de ser fusilado
Por José, Chino, Bujosa.
Siguiendo el comentario sobre una izquierda nacida en un monasterio y una derecha nacida en una carnicería quiero excluir de esa izquierda del perdón y la impunidad a los heroicos Palmeros, al Grupo Voz Proletaria de Rubirosa Fermín y a Narciso Isa Conde.
A Los Palmeros: Amaury Germán, Virgilio Perdomo, Ulises Cerón y Bienvenido Leal Prandy (La Chuta) porque nunca perdieron de vista la naturaleza criminal de sus adversarios. Sabían que el poder conservador e imperial que desafiaban representado en Joaquín Balaguer no iba a vacilar en arrancarle la vida.
De ahí la respuesta del líder de Los Palmeros a la carta pública que le dirigió el comentarista de televisión Ercilio Veloz Burgos en la que le pedía entregarse a la policía bajo la garantía de que su vida y las de sus compañeros de armas les serian respetadas.
Conocedor de lo que le sucedió a Sandino en Nicaragua y a Manolo Tavárez Justo y sus compañeros en Las Manaclas no podía jamás creer en el ofrecimiento dado por la policía al comentarista del programa El Pueblo Cuestiona.
La respuesta a esa iniciativa fue la siguiente: ´´y en el peor de los casos, les demostraremos que no es lo mismo, asesinar a revolucionarios desarmados que se entreguen que a combatientes armados ¡No es lo mismo!´´.
Y así lo demostró aquel histórico 12 de enero de 1972 cuando fueron cercados por más de 2 mil soldados armados hasta los dientes comandados por más de 7 generales con los que combatieron por más de 10 horas produciéndoles más de 20 bajas al enemigo.
Los Palmeros cayeron combatiendo haciendo honor a la frase de José Martí: ’’lo que importa no es el número de armas en las manos sino el número de estrellas en la frente.’’
Otro ejemplo de una izquierda justiciera fue la decisión adoptada por Rubirosa Fermín, líder en ese entonces de Voz Proletaria contra el dirigente de esa organización Caonabo Elpidio Jorge Taveras (Juanito), acusado de ser espía de la CIA y el SS de Balaguer.
Tras largos interrogatorios y la aceptación del acusado de los cargos de alta traición fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento comandado por el propio jefe del partido. El hecho ocurrió el 8 de enero de 1969.
Otro ejemplo de una izquierda justiciera que merece destacarse fue el rol desempeñado por el valiente, coherente y consecuente Narciso Isa Conde quien arriesgando su vida no dejó caer en los tribunales el proceso que se le seguía a los asesinos del periodista Orlando Martínez.
Gracias a su persistencia fueron, juzgados y condenados los que un 17 de marzo 1975 cegaron la vida de Orlando. Por su coraje y coherencia revolucionaria Narciso es un Gigante en el Tiempo.
Les confieso que me sentí muy mal cuando alguien me dijo, -Chino, Pechito, el esposo de Angelita Trujillo vivió aquí muchos años -tras el magnicidio contra su yerno, esperando que un justiciero disparo de un revolucionario le quitara la vida. Cansado de esperar decidió suicidarse. Su cuerpo fue encontrado tirado en su alcoba.
José, Chino, Bujosa
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