Por Rafael Chaljub Mejía
Aunque parezca autopromoción o anuncio de
contrabando, me complace informar que ya la tercera edición de mi libro Cuesta
Arriba, Memorias, salió de imprenta y está circulando.
Sin ceremonias ni mucho menos, ya el libro empieza a
moverse y algunos interesados a adquirirlo. En Amazon y por la vía directa y
rápida de doña Dulce, la capitana de ventas de mis obras, porque en manos mías
los asuntos irían a pasos seguros hacia el abismo pues en vez de venderlos lo
que hago es regalar mis libros.
Como quiera, una tercera edición de cualquier obra ya es
algo y por eso estoy alegre y por este medio hago a mis lectores partícipes de
mi alegría.
El destinatario es el dueño de la carta, así que después
de publicado, el libro deja de pertenecer le al autor y pertenece al público.
Quienes lean mi libro dirán si vale de algo o merece, en cambio, el zafacón de
los desperdicios.
Ahí están mis vivencias, relato lo que viví durante el
régimen balaguerista de los doce años. Y si algún mérito podría tener mi obra
es el registro que contiene de gran parte de las atrocidades que se cometieron
en esa era desgraciada. Lo cuento sin odios ni amarguras pero con
responsabilidad. Por el interés de que toda esa memoria de nuestra historia
política no se pierda como se está perdiendo todo referente histórico de
importancia, todas nuestras mejores tradiciones y, por consiguiente, todas
nuestras raíces.
Ojalá alguna vez se cree siquiera una Comisión de la
Verdad que dilucide y traiga al recuerdo todo aquello. Sería un aporte a la
lucha contra la impunidad.
No sé hizo a la caída del régimen trujillista en 1961, ni
en 1978 al fin de la dictadura de los doce años. La impunidad se impuso y miren
ustedes cómo andamos bregando contra ella todavía.
Ojalá nos dispongamos a dar un paso al frente y ojalá
Cuesta Arriba, Memorias, ayude en algo en ese buen sentido.
Fuente: Cuesta Arriba salió de la imprenta (eldia.com.do)
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