jueves, 30 de junio de 2022

La izquierda ante un inevitable balance

Por César Pérez 

Hace unos días, un gran amigo y colega me preguntó: ¿por qué allá, y aquí no?, refiriéndose la reciente victoria de la izquierda en las elecciones presidenciales en Colombia, agregando que en otros países esa corriente pare presidentes y aquí sólo un puñado de elegidos en el Congreso y en los gobiernos locales tan exiguo que podría decirse que es prácticamente inexistente en esas instancias. Le dije que la respuesta no la tenía, pero que se me ocurría que, en sentido general, para hacer política efectiva nuestra izquierda no ha hecho un balance de los supuestos clásicos del marxismo, de lo que han sido las experiencias socialistas hasta hoy intentadas y fracasadas, además de las transformaciones económicas, políticas, sociales y culturales en el mundo actual, entre otros temas.

Desde diversas perspectivas del pensamiento político, varios pensadores de izquierda se han referido a esos temas. Pero que aquí, la generalidad de quienes se reclaman de esa corriente, sobre todos los organizados en partidos y grupos, pareciera no haberse enterado. Algunos reflexionan honestamente sobre sus prácticas pasadas, pero no van a las cuestiones de fondo relativas al marxismo y a las experiencias del movimiento socialista. La concepción clásica del socialismo parte de los siguientes supuestos: 1°, el carácter histórico/ineluctable del derrumbe capitalista, 2°, un movimiento de la clase obrera que, 3°, asumiría la conciencia política que le aportaría el partido y 4° esta organización haría la revolución socialista como paso previo a la sociedad comunista.

El derrumbe del capitalismo lo produciría la contradicción existente entre una producción cada vez más colectiva, como base del sistema, y la invariable apropiación individual de la riqueza socialmente producida. Eso produciría crisis periódicas e inevitables que terminarían en la quiebra de ese modelo de sociedad. El agente político capaz de provocar esa quiebra sería la acción política del obrero colectivo, cuyo nivel de conciencia lo cristalizaba la organización del partido, su partido, el cual establecería una nueva dictadura de clases (un modelo de sociedad no claramente diseñado), la cual establecería un sistema de productores libremente asociados que se apropiarían y distribuirían sin mediación alguna la riqueza producida. El comunismo.

Sin que se haya dicho la última palabra, el referido derrumbe no se ha producido, algo que tendría que ver con el hecho de que el agente político que aprovecharía esas crisis: la clase obrera fabril, conducida por su partido, ha sufrido un empequeñecimiento relativo y absoluto debido a las transformaciones sociales y de diversidad de formas de producción capitalista a nivel mundial que han provocado una inmensa gama de asalariados, oficios y agentes productivos. También, por la capacidad del capitalismo recomponerse, de superar profundas crisis e incluso hasta salir fortalecido de algunas, como ha ocurrido con la presente crisis sanitaria del Covid-19, de la cual salieron afianzados sectores importantes de la industria farmacéutica y de la comunicación.

La intensa mundialización del proceso productivo capitalista, las profundas transformaciones tecnológicas que impulsan ese proceso, unidas a las indetenibles migraciones de grandes masas de trabajadoras de diversos países periféricos hacia los altamente desarrollados limitan, casi pulverizan, el papel que una vez tuvo la clase obrera. Del prácticamente pleno empleo de las décadas de los 60/70, de la seguridad social derivada del Estado Benefactor en esas décadas, se ha pasado al desempleo y desmonte de las conquistas de los trabajadores y áreas de grandes ciudades que antes eran bastiones de las izquierdas hoy constituyen la base social y caladero de votos de los movimientos xenófobos/racistas. Francia e Italia son ejemplos.

Eso expresa el debilitamiento de la izquierda y de sus organizaciones políticas y sindicales más importantes. Han perdido su base social originaria y muchas de ellas, sino se articulan con el profundo y difuso rechazo a las expresiones más sórdidas del capitalismo, seguirán su lento camino hacia la insignificancia política. El rechazo a la incertidumbre, el deterioro de la calidad de vida, a las exclusiones y a la destrucción de la naturaleza en que discurre el capitalismo constituye, lo que Perry Anderson llama la fuente inagotable de la cultura, perspectiva de análisis y práctica del socialismo. Pero de esa fuente, que no se ha secado y que nada dice que se secará, no bebe la generalidad de cierta izquierda petrificada en los supuestos políticos clásicos del marxismo.

Un balance sobre esos supuestos resulta clave para el diseño de una táctica que en términos políticos potencie la diversidad de descontentos que produce el capitalismo salvaje. Igualmente, se requiere una reflexión crítica sobre la incapacidad de los socialismos colapsados de crear una economía de escala superior al capitalismo con posibilidades de crear más y mejores bienes que este sistema. Por consiguiente, cabe plantearse el tema del mercado que más que lugar donde un producto se convierte en mercancía fue el lugar donde nació el fenómeno urbano, el cual no es solamente una forma particular de sociedad, sino también una forma particular de civilización.

Son cuestiones claves que podrían conducir hacia el diseño de un proyecto de sociedad que no será el que pobremente se prefiguraba en los referidos supuestos, ni en los proyectos socialistas colapsados. Un proyecto que calibre seriamente las transformaciones operadas en el mundo. Porque, como dice Robin Blackburn, citado por Anderson, “la capacidad que tenga una doctrina de mostrarse autocrítica y de autocorregirse es tan importante como su punto de partida, pues este último puede resultar erróneo o inadecuado en muchos puntos”.  Por consiguiente, resulta un imperativo política, intelectual y moral, un balance de los supuestos y las prácticas de las izquierdas para salir del pantano de la incertidumbre, limitar las guerritas fratricidas y terminar con los lamentos e ineficacias.

Fuente: La izquierda ante un inevitable balance | Acento

César Pérez


miércoles, 29 de junio de 2022

CARTA ABIERTA A LA ONU SOBRE LA OTAN


                                           29-07-2022 / Santo Domingo, RD.


Al:                Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.

Al:                Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

A la:             Asamblea General de las Naciones Unidas.

Ciudadanos y Ciudadanas del Mundo:

Ayer y hoy, paralelamente a la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), se ha estado desarrollando la CONTRACUMBRE INTERNACIONAL NO+OTAN, demandando la disolución de ese poderoso y agresivo bloque militar.

La OTAN se creó inicialmente como la contrapartida militar de EEUU y aliados occidentales al PACTO DE VARSOVIA, alianza militar encabezada por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Entonces ambos bloques contaron con el aval de la ONU.

 En la actualidad existen abundantes y poderosas razones para reclamar la disolución de la OTAN como garantía de paz.

La OTAN, bajo control del PENTÁGONO, prolongó su existencia y su poderío militar después de la desaparición del Pacto de Varsovia, convirtiéndose en el gendarme militar encargado de preservar el mundo unipolar con hegemonía de EEUU.

Superada la unipolaridad, la OTAN se dedicó a tratar de recuperar esa hegemonía mundial, sensiblemente debilitada por cinco factores fundamentales:

1) La entrada en escena de dos superpotencias emergentes, Rusia y China.

2) La conformación de varias potencias militares intermedias fuera de su control.

3) La oleada de procesos de independencia y autodeterminación en su periferia dependiente, especialmente en la sub-región latino-caribeña (su mal llamado “patio trasero”) 

4) El auge de movimientos político-sociales y rebeliones populares contra el proceso de recolonización neoliberal impuesto por las élites capitalistas del planeta.

 5)   La prolongada crisis de decadencia del sistema imperialista occidental, encabezado por EEUU e integrado además por Canadá y la Unión Europea; la peor y más prolongada crisis de la historia: una crisis múltiple, acompañada de persistentes señales de declinación de la hegemonía estadounidense.

Al paso de los años esta realidad se ha potenciado en detrimento de la larga supremacía de EEUU y la Unión Europea (UE).

En tan difíciles y adversas circunstancias -lejos de reflexionar y detener tan peligrosa y destructiva ruta guerrerista- EEUU y aliados han arreciado y extendido su estrategia de guerra y dominación contra todo lo que no se le subordina y defiende su autodeterminación.

• En esa dirección EEUU incrementó el número de sus bases militares en el planeta, sobrepasando las 800 instalaciones.

• Incorporó más países a la OTAN, no pocos de ellos en la cercanía de la frontera occidental con Rusia, hasta aumentar su membrecía a 30 Estados.

• Reforzó su poder militar en la OTAN, declaró en el 2001 la guerra global infinita o permanente y arrastró a la UE y la OTAN a esa cruzada contra todos los factores fuera de su control.

 Así, en la historia reciente, precedida de las masacres en Kosovo y la ex Yugoslavia, abundan las razones para considerar más que imperiosa la disolución de la OTAN.

Las injustificables agresiones militares a Afganistán, Kuwait, Irak, Libia, Siria, Yemen, Somalia, y las atrocidades de Israel contra el pueblo palestino, con respaldo occidental, conforman un abanico de genocidios que podrían calificarse de crímenes de lesa humanidad.

A eso se agregan las guerras de varios tipos y variadas intensidades contra Cuba, Venezuela y Nicaragua, la conversión de Colombia en plataforma de agresión regional, y la manera como atizó la guerra en el Este europeo.

¿Qué más esperar?

La ONU debería reaccionar para detener tan peligrosa cadena de guerras destructivas que amenaza convertirse en una guerra colosal contra la existencia de la humanidad. 

Debería la ONU contribuir a la disolución de la OTAN.

Debería liderar el diálogo persuasivo y la imperiosa necesidad de acuerdos que detengan todos los capítulos de la guerra global infinita y contribuir decididamente a establecer las normas imprescindibles para preservar el respeto a un mundo multipolar en gestación.

Con esto daría un aporte inconmensurable a la defensa de la paz, la vida, la libertad y la diversidad en todo el planeta.

Agradeciendo anticipadamente su atención, le saludamos:

Firmado en Santo Domingo, República Dominicana a los 29 días del mes de junio del 2022 por:

- Coalición de Organizaciones Sociales, Populares, Gremiales y  Feministas del Cibao (Región Norte del país).

-Acción Afro-Dominicana.

-Izquierda Revolucionaria (IR).

-Movimiento Popular Dominicano (MPD), 

-Movimiento Caamañista (MC).

-Frente Estudiantil Amín Abel (FELABEL).

-Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO).

-Movimiento de Acción Por una Nueva Dominicana (MANDO).

-Agenda Solidaridad.

- Movimiento Paria para Todos Todas (MPT).

-Capitulo Dominicano de la Asamblea de los Pueblos del Caribe.

-Comité Dominicano de los Derechos Humanos (CDDH).

-Partido Comunista del Trabajo (PCT).

-Comité Patriótico Francisco Alberto Caamaño Deñó.

-Movimiento Rebelde (MR

-Partido Comunista del Trabajo (PCT)

-Fuerza de la Revolución FR

-Fuerza Juvenil Dominicana (FJD).

-Ligas Populares

-Gentío para el Cambio Político.

-Frente de Lucha Unidad y Progreso (FLUP).

-Partido Comunista Maoísta (PCM).

-Fuerza Boschista.

-Movimiento Mocano de Solidaridad con los Pueblos

-Comité Dominicano de los Derechos Humanos CDDH.

-Bloque Popular Jesús Adón.

-Frente Estudiantil Flavio Suero.




CIPOML: Solidaridad con la lucha de los pueblos del Ecuador



Solidaridad con la lucha de los pueblos del Ecuador

Ecuador es escenario de un levantamiento indígena y popular que protesta en contra de los efectos de las políticas neoliberales implementadas por el gobierno de Guillermo Lasso y su antecesor.

El pasado 13 junio, el movimiento indígena inició el bloqueo de carreteras y en las ciudades se produjeron manifestaciones de protesta, protagonizadas principalmente por profesores, estudiantes y pobladores de barrios populares con la conducción de UNE y el FRENTE; poco a poco la intensidad, amplitud y combatividad de la lucha ha ido creciendo: hay provincias que se encuentran paralizadas, en varias capitales de provincia los manifestantes tomaron las Gobernaciones, el transporte interprovincial se encuentra paralizado en la mayor parte del país, empresarios agrícolas no pueden sacar productos para la exportación, la producción de decenas de pozos petroleros se encuentran parada.

Quito, capital de la República, se ha convertido en el epicentro de la lucha; ahí se han concentrado alrededor de 15 mil indígenas provenientes de varias provincias de la sierra y la amazonia, junto a ellos, miles más se han unido a la acciones de lucha, caracterizadas por su combatividad. Mientras tanto, el bloqueo de carreteras y toma de ciudades continúa en otras provincias.

La respuesta del gobierno ha sido brutal, decretó el estado de excepción para que los militares participen en la represión junto a la Policía, que hasta el momento ha cobrado la vida de seis luchadores populares, los heridos superan el centenar, al igual que los detenidos. Un último anuncio del presidente Lasso establece la autorización a las fuerzas represivas del uso de armamento letal y dijo que utilizarán todos los recursos que la ley faculta para enfrentar a quienes ha calificado como «vándalos y criminales». Todo indica que está en curso una oleada mucho más represiva.

El movimiento indígena y popular ha presentado una pliego de diez puntos, entre los que se contempla la disminución del precio de los combustibles, condonación de deudas que los campesinos no están en capacidad de pagar, declaratoria de emergencia en el sistema de salud, presupuestos para la educación, entre otros, pero para el gobierno no hay motivos para la protesta.

Estas y otras reivindicaciones ha sido presentadas por distintas organizaciones populares del país desde hace meses, pero el gobierno no las ha atendido, eso ha provocado la protesta. El movimiento que lucha ha expresado su voluntad para dialogar, pero la respuesta del régimen evidencia que no tiene voluntad de hacerlo.

La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas, CIPOML, expresa su solidaridad con la lucha de los trabajadores y los pueblos del Ecuador, con la Confederación de Nacionalidades y Organizaciones Indígenas, Conaie, Une y demás organizaciones integrantes del Frente Popular, condena la violenta represión desatada contra esta justa protesta y responsabiliza al presidente Guillermo Lasso. 

Llamamos a los trabajadores de todo el mundo a expresar la solidaridad con la lucha de los pueblos del Ecuador.

Comité Coordinador

Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista Leninistas CIPOML


 


Antonio Lockward Artiles. In memoriam

 Por Santiago Castro Ventura

Antonio Lockward Artiles

Ha rendido la jornada de la vida el intelectual y patriota Antonio Lockward Artiles, un hombre comprometido con la lucha por la libertad e independencia de los dominicanos, en momentos cruciales de la historia contemporánea. El suscrito al igual que todos mis compañeros del otrora grupo estudiantil Fragua de mi generación, tenemos el gran honor que Lockward Artiles, fue nuestro asesor en los días difíciles de la lucha contra el balaguerato.

En su  época juvenil Lockward Artiles ingresó al Seminario de Santo Domingo en plena “Era de Trujillo”, la vigencia de los atropellos sociales no pasó desapercibida para importantes sectores eclesiásticos entre ellos seminaristas y sacerdotes, la llegada de los héroes del 14 de junio de 1959 alentó a un grupo de seminaristas a tratar de aportar en la lucha contra la tiranía. Algunos como Lockward se vincularon a jóvenes opositores, participando en actividades clandestinas de repudio militante a la tiranía.

A finales de año estallaron en diversos lugares bombas de estruendo, la prensa recoge una explosión en la avenida Mella, próxima a la antigua tienda Polanco Radio, otra en el Mercado Modelo, una en el restaurant Mario (Bolívar entre la Pina y Palo Hincado), Lockward fue de los jóvenes que participaron en esas actividades de insurgencia urbana, tras la superación de la “Era” admitió que colocó la del restaurant Mario.

En diciembre del mismo año 59, el seminarista Clemente Medina vinculado al Servicio de Inteligencia Militar (SIM) le envió una comunicación al peligrosísimo Johnny Abbes García, denunciando: “Y vuelvo y le repito: tenga mucho cuidado con algunos seminaristas en vacaciones, pues son muy enemigos del generalísimo Trujillo”. (José Luis Sáez. La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961). Archivo General de la Nación.  Santo Domingo, 2008. p. 57).

El seminarista infiltrado fue expulsado del seminario, le envió una carta al rector de la institución quejándose que le había advertido existían seminaristas con actitudes […] abiertamente subversivas y les diera consejos, avisos y advertencias, ¿Por qué usted no hizo caso?”  De inmediato le reprochaba al rector del seminario:

“Por qué no expulsó a esos que subían al púlpito del Seminario a predicar sermones de doble sentido, muy ajenos a la vocación sacerdotal, y si inspirados en temas políticos con el deliberado propósito de criticar y censurar injustamente al régimen gubernativo dominicano?” (José Luis Sáez. Obra citada. p. 163).

El SIM decidió apresar a los seminaristas denunciados como opositores, entre ellos de modo principal a Antonio Lockward, quien fue torturado en la cárcel de La 40, otro seminarista Luis Peña González, (Papilin) fue asesinado durante las torturas. Se imputó al sacerdote cubano Antonio Fabre de La Guardia como el entrenador de los seminaristas para fabricar bombas. En el famoso libro Complot develado,escrito en La 40 se imputaba directamente a Lockward Artiles, indicando que el padre Fabre:

“También fabricó un plano para una bomba de tipo terrorista, similar a las que se lanzaban en La Habana cuando la revuelta, y dicho plano fue puesto en manos de elementos conspiradores al través del seminarista Lockward Artiles”. (Complot develado. Fundación testimonio. Segunda edición. Santo Domingo, 1984. p. 88).

Fuente:Complot develado

Trujillo conocía bien que esas bombas de estruendo difícilmente pondrían en situación crítica su Gobierno, pero fue uno de sus argumentos para enfrentar sacerdotes que no toleraban sus atropellos como el nuevo nuncio Lino Zanini. El “Jefe” montó un espectáculo con el apresamiento de  Lockward, este luego de pasar todos los atropellos posibles en La 40 fue conducido al Palacio Nacional para ser entregado en acto público al obispo Octavio Beras. Virgilio Alvarez Pina entonces secretario de Cultos, recogió los comentarios que le hizo Trujillo sobre este affaire del que acusaba al nuncio Zanini:

“El Seminario, según informes que tengo del Servicio de Inteligencia, es un centro de subversión. Allí no sólo se conspira, sino que se hacen bombas y se prepararen armas. En fin, se está frente a una situación que el gobierno no puede soportar por más tiempo. Todos eso, por supuesto, sucede desde que llegó el nuevo Nuncio, ese carajo¡ Ha venido aquí a tratar de joderme, pero yo le voy a demostrar que conmigo no se juega”. (Virgilio Alvarez Pina. La Era de Trujillo. Narraciones de don Cucho. Segunda edición. Editora Corripio, C. por A.  Santo Domingo, 2008. p. 133).

Trujillo conocía muy bien que esas bombas de estruendo no producían daños físicos, aunque si alarma, algo que era muy significativo en un país que nadie se atrevía a realizar  actividades contra el Gobierno. Lockward Artiles fue confinado en el seminario por nueve meses, siguiendo instrucciones del SIM.

El novelista Viriato Sención que también fue seminarista, escribió la novela Los que falsificaron la firma de Dios, cuyo protagonista es Lockward Artiles y su actividad antitrujillista en el Seminario.

Tras la caída de la tiranía Lockward Artiles ya laico ingresa a la universidad y se convierte en uno de los principales dirigentes del grupo estudiantil Fragua, llegó a ocupar la secretaría general de la Federación de Estudiantes Dominicanos. Durante la guerra de Abril es solidario con el movimiento reivindicativo que reclamaba con las armas el retorno al derrocado régimen constitucional del profesor Juan Bosch y participa en la lucha contra la segunda intervención militar norteamericana. Cuando llegó el momento de extirpar la elitizaciòn de la universidad con el Movimiento Renovador de 1965-66, militó en las primeras filas de esa gloriosa rebelión educativa.

Además de sus inquietudes político sociales, Antonio Lockward Artiles era un distinguido literato, principalmente poeta. En la etapa de postguerra participó en la creación del grupo literario «La Isla», agrupación literaria de reconocido corte social en aquellos momentos difíciles, entre sus miembros se debe señalar a los ilustres intelectuales Andrés L. Mateo y Fernando Sánchez Martínez.

Mariano Lebrón Saviñón en su importante Historia de la cultura dominicana,lo definía como un poeta de: […] puro talento, equilibrado, que no puede ocultar el continuo fluir de su lirismo”. (Mariano Lebrón Saviñón. Historia de la cultura dominicana. Colección Sesquicentenario de la Independencia Nacional. Santo Domingo, 1994. T. II  p. 1084).

Su obra literaria fue bastante prolífica. Se ha informado que dejó obras inéditas, que la UASD debe asumir su publicación.

Durante el balaguerato fue del grupo de abogados que siempre estuvo presto a defender de modo honorífico a los presos políticos, junto a Héctor Cabral Ortega, Virgilio Bello Rosa y otros distinguidos juristas. Inclusive en estas actividades fue hecho prisionero. El fallecido dirigente de izquierda Braulio Torres destacó que Lockward Artiles en 1968 fue detenido en La Romana, donde se ejercía una tenaz represión que incluyó el asesinato de Guido Gil Díaz abogado del Sindicato de trabajadores del Central Romana, pese al peligroso antecedente Lockward Artiles asumió la defensa de los trabajadores.  Braulio Torres apuntó que Lockward Artiles fue trasladado prisionero a la penitenciaria de La Victoria, donde permaneció como prisionero político por un mes. (Braulio Torres. Cautivo de mi verdad.Editora Alfa y Omega.  Santo Domingo, 2012. p. 146).

Fue profesor de la Facultad de Humanidades de la UASD, de los asesores de la Federación de Estudiantes Dominicanos, principalmente del otrora grupo Fragua, junto a Narciso González (Narcisazo), Jacobo Moquete de la Rosa, Luis Pérez Espaillat, Rodríguez Chiapini, Peña Ramos y otros. Siempre estaba en primera línea en la organización de las participaciones en las asambleas, en las reuniones y en las movilizaciones. El y Narcisazo encabezaron la lucha cuando se pretendió que transnacionales incursionaran en la universidad.

Ocupó el cargo de Secretario General de la universidad, y sus participaciones en las sesiones del Consejo Universitario eran verdaderas cátedras de erudición y amplio conocimiento de la política universitaria, quien esto escribe era delegado estudiantil en ese organismo y disfrute de esas enjundiosas exposiciones.

Electo decano de la Facultad de Humanidades en dos ocasiones consecutivas, su decanato dejo múltiples aspectos positivos. Siempre recuerdo que implementó un mecanismo novedoso, el despacho del señor decano con las puertas abiertas, cualquier miembro de la familia universitaria podía pasar de inmediato, sin ningún protocolo a plantearle sus inquietudes al decano.

Fue un ciudadano ejemplar, un patriota en las diferentes facetas que le correspondió actuar en sociedad, lo hizo al lado de las ideas más avanzadas, sin temer la represión que lo alcanzó tanto en el trujillato, como en el balaguerato. Finalmente estaba retirado, en su hogar aquejado de problemas de salud con la noble satisfacción del deber cumplido como ser social. Gloria eterna al combatiente por la libertad e independencia Antonio Lockward Artiles.

Fuente: Antonio Lockward Artiles In memoriam | Acento

Santiago Castro Ventura


martes, 28 de junio de 2022

Antonio Lockward Artiles

Por Andrés L. Mateo

Antonio Lockward Artiles

En el verano de París me ha vuelto a tocar de nuevo el aire gélido de la muerte. Muy temprano, me han comunicado la desaparición física de Antonio Lockward Artiles,  figura que ahora pocos mencionan, pero que es su propio esplendor el que lo legitima.  “Espíritu intranquilo”, como el título de su novela, combatió al trujillismo en el plano del pensamiento y la acción, y fue a parar muy joven, siendo seminarista, a las temibles ergástulas de La 40.

Contestatario, valiente, indoblegable. Por naturaleza, se oponía a eso que Michel Foucault denomina “El régimen disciplinar”, y desde el año 1961, después de la muerte de Trujillo, desempeñó un papel de liderazgo en todas las luchas democráticas de nuestro país. Fue un destacado dirigente  de la Federación de estudiantes dominicanos, en las circunstancias especiales en las cuales el liderazgo estudiantil encabezaba las iniciativas de combates contra los remanentes de la tiranía trujillista. Sus discursos eran incendiarios, pero también cátedras abiertas de la interpretación de la historia nacional. Antonio nos aventajaba a todos en formación intelectual, y su visión de la historia la desperdigaba en cualquier frente u oportunidad que le proporcionaba el combate.

Nadie como él para definir objetivos de liberación frente al desenvolvimiento de la historia en movimiento. Jamás titubeaba, desde que terminó la carrera de abogado postulaba en los tribunales a favor de los obreros del sindicato unido de La romana, de los presos políticos, de los desamparados a los que no llegaba una justicia cara y clasista. Un gladiador inagotable, un iluso, como Don Quijote, que no  dejaba de tener su adarga al brazo para combatir contra la injusticia del mundo.

Cuando estalló la guerra de abril de 1965 fue uno de sus primeros combatientes, e integró el “Frente cultural” que organizaba las actividades artísticas e intelectuales tras las trincheras. Había que oírlo hablar. Tras la flama de un verbo indagador, el juicio dolido por el destino miserable e indigno de un pueblo luchador y pateado.

Fue firmante y corredactor del “Manifiesto de los intelectuales" , la visión del pensamiento progresista de entonces en medio mismo del fragor de la guerra, y formó parte del grupo “El puño”, un grupo de clase media cuestionador de todo el arte y la cultura proveniente de la larga tradición autoritaria dominicana.  Además, su gran amigo, el poeta haitiano Jacques Viau Renaud, lo designó albacea testamentario de su producción intelectual, y bajo su dirección se publicó el libro “Permanencia del llanto”, que dio a conocer al mundo a ese gran escritor dominico haitiano  muerto por las tropas norteamericanas de intervención , en los ataques del 15 y 16 de junio de 1965 a la zona constitucionalista.  Pero su visión disruptiva de los problemas estructurales de la sociedad dominicana lo llevaron, al final de la guerra, a formar el “Grupo La isla”,  un grupo que proclamaba abiertamente no creer en un arte que tuviera su razón de ser en sí mismo.

Antonio Lockwart Artiles hizo un verdadero magisterio de su liderazgo en el Grupo La Isla. Nos obligaba a leer el pensamiento dominicano, la filosofía clásica, la historia dominicana y universal, el marxismo y sus tendencias, la literatura universal, etc. Las reuniones de los sábados en el “Club Sierra Aliés”,  de la calle Enriquillo, eran una cátedra viva y un verdadero discurso del saber. Antonio estimulaba, provocaba y dirigía las largas jornadas de discusiones y confrontación de lectura del “Grupo La Isla”. Mientras escribo estas notas pienso en Norberto James, quien le debía tanto, porque Antonio tenía una especial predilección por abonar a su formación, y lo cuestionaba siempre de  forma un poco más profunda.

El telón de fondo del papel de un personaje como Antonio Lockwart Artiles, se abre esplendorosamente con su muerte, y los últimos años de su vida en silencio e ignorado. En un mundo como el de hoy, donde la visibilidad de los actores sociales se establece  completamente diferente a la de nuestra época, Antonio Lockwart Artiles es una luz, un horizonte de reciedumbre y pureza que nos iluminará siempre.

¡Perra, la muerte!

Fuente: Antonio Lockward Artiles | Acento

Andrés L. Mateo

lunes, 27 de junio de 2022

Los partidos de derechas tirados a la calle y la izquierda dando vueltas

Por: Francis Santana

(Dedicado al Padre Moncho en el quinto aniversario de su dolorosa partida)

Los principales partidos de la derecha ya están tirados a las calles promoviendo sus precandidaturas presidenciales y a otros niveles y desarrollando todo tipo de actividad proselitista en aras de irse posicionando de cara al certamen electoral pautado para el año 2024.

Leonel Fernández y su Fuerza del Pueblo mantienen una dinámica constante y cotidiana presentándose al país como una posible opción para relevar del poder al Partido Revolucionario Moderno en próxima contienda electoral.

El leonelismo y su Fuerza del Pueblo, muy a pesar de tener un pasado repugnante vinculado a la privatización de las empresas del Estado, a su complicidad con el narcotráfico, estar copado por un grupo de vulgares saqueadores de los recursos del erario público y tener en sus filas a un amplio núcleo de pasados oficiales policiales empapados de sangre por los crímenes cometidos contra nuestro pueblo; está en la calle haciendo politiquería, ofreciendo lo que no fue capaz de hacer durante sus 12 años en el poder y presentándose, (esta basura política neoliberal) como si se tratara de algo nuevo, superior o desconocido por el país.

Pero muy a pesar de esa larga y mal oliente cola que arrastran Leonel y los suyos, están tirados al ruedo político, haciendo concentraciones, reestructurando su grupo, haciendo una agresiva promoción publicitaria de su partido y de su candidato, ganando adeptos y confundiendo a gente buena e ingenua.

Por su parte, el Partido de la Liberación Dominicana PLD, que fue echado del poder en el 2020 por sus ejecutorias indecentemente corruptas, por su maridaje con grandes capos del narcotráfico, por su entreguismo al poder extranjeros y a sus empresas mega mineras, por su alocada e irresponsable carrera de endeudamiento externo y por mantener en la más burda impunidad a sus principales funcionarios corruptos; está también en las calles haciendo concentraciones, realizando juramentaciones fraudulentas, afirmando que con el PLD se vivía mejor y reactivándose en todo el territorio nacional mediante el proselitismo de sus precandidatos presidenciales.

Es decir, que hasta un PLD desacreditado en extremo y atravesando por gravísimas dificultades, está lanzado a la arena política electoral desde ya, tratando de ponerse en condiciones de tener una participación electoral exitosa en el 2024.

Y similar posición ha definido el Partido Revolucionario Moderno (PRM) en el poder, que viene desde hace tiempo y de manera soterrada promoviendo la reelección del actual presidente Luis Abinader; pero que muy recientemente, en un evento interno de ese partido, el presidente de la república llamó abiertamente a trabajar duro en todo el país para ganar las elecciones del año 2024 para mantenerse ejerciendo el poder político de la nación.

El PRM y sus aliados también están en la calle impulsando un proyecto releccionista que muy pronto va a involucrar a todo el funcionariado del gobierno utilizando los recursos del presupuesto de la nación, lo que le dará mucho mayor beligerancia y capacidad movilizadora, muy a pesar de que el actual gobierno viene desinflándose aceleradamente fruto de su política servil al poder extranjero, a su incapacidad manifiesta para atender los justos reclamos populares, al alza desbocada de los pecios de los artículos de primera necesidad, al crecimiento desmedido de la deuda externa, y por ser evidenciado como un gobierno de los grandes ricos y de la oligarquía que dirigen el país de espaldas al interés de las mayorías

Y mientras la derecha política y sus principales partidos políticos se enfocan en prepararse a tiempo para la contienda electoral del 2024, las fuerzas democráticas y de la izquierda revolucionaria que hemos manifestado la determinación de participar en dichas elecciones, no encontramos cómo arrancar, no tenemos iniciativas electorales comunes, no terminamos de entender que el tiempo se agota y que participar a última hora en un proceso electoral es lo mismo que hacer el ridículo.

La dinámica electoral de nuestro litoral político es tímida en extremo y todavía a estas alturas (a menos de dos años de las elecciones) no tenemos acuerdo político alguno entre quienes estamos dispuestos a incursionar en la lucha electoral y hacerlo unitariamente.

Se nos está pasando el tiempo en reuniones bilaterales intrascendentes, aunque las valoremos como históricas, no presentamos nuestras precandidaturas a ningún nivel, a excepción de la de Fulgencio Severino por el MPT.

Verificamos la existencia de grandes coincidencias en la lectura de la presente coyuntura y sus perspectivas; pero no cuajamos ningún nivel de acuerdo unitario y continuamos dedicados casi exclusivamente al fortalecimiento de nuestros grupos particulares y al impulso de la lucha reivindicativa.

No terminamos de integrar en un esfuerzo unitario y electoral a cientos de hombres y mujeres revolucionarios y de avanzada dispuestos a acompañarnos no solo en las luchas económicas y sociales, sino además en la participación electoral, asumiendo incluso determinadas candidaturas.

Es doloroso decirlo, pero al parecer las direcciones políticas de nuestra izquierda revolucionaria, patriótica y democrática, no están entendiendo absolutamente nada de cómo enfrentar con reales posibilidades de victoria la presente coyuntura, pues continuamos actuando similarmente a como lo hacíamos en los viejos tiempos en los que el sectarismo y la competencia irracional entre las organizaciones de izquierda eran las conductas predominantes en el escenario nacional.

El momento actual tiene que ser para arribar prioritariamente a un acuerdo político electoral y para la lucha popular, acuerdo este que trascienda la presente coyuntura y que sea capaz de integrar a la más amplia diversidad de organizaciones, sectores y personas del campo popular y democrático.

Lleguemos, con tiempo suficiente, a un acuerdo político con un programa que incluya importantes reformas y transformaciones, ahora, ¡YA!

Dejemos de estar dando vueltas en un círculo vicioso, rutinario y carente de verdadera vocación de poder.

Unidad ahora y mucho más allá de la presente coyuntura, para la participación electoral y el impulso a profundidad de las luchas del pueblo, es el reclamo urgente del presente momento político.

Tenemos que atrevernos a unirnos para avanzar hacia el poder de las mayorías.

Al cumplirse hoy 27 de junio del 2022, cinco meses de la partida irreparable del Padre Moncho, permítanme concluir esta breve reflexión con uno de sus llamados más contundentes a nuestra izquierda: “NOS UNIMOS O NOS HUNDIMOS”

Podemos vencer...Y venceremos.

Francis Santana

PCT llama a multiplicar trabajos para construir una opción electoral unitaria, progresista, popular y de izquierda

 

Virtudes Álvarez y Manuel Salazar

Declaración del comité central del Partido Comunista del Trabajo (PCT)

                                      27 de junio, 2022.

Se ha reunido el comité central del PCT  para analizar la coyuntura política nacional y ha concluido en la resolución siguiente:

1- Llamar a su  militancia a multiplicar los trabajos para aportar a la construcción de una opción electoral unitaria, progresista, popular y de izquierda, que en el 2024  releve al gobierno del PRM, y cierre el paso al PLD en cualquiera de sus dos versiones, el danilismo y el leonelismo. 

Y en ese sentido, proponer precandidaturas a todos los niveles que, junto a las de otras tendencias progresistas y de izquierda y de ciudadanos independientes, sean escogidas por la sociedad de manera democrática, amplia y abierta. 

El PCT tiene la decisión y voluntad de unir sus fuerzas a las de otras organizaciones progresistas y de izquierda, y  de ciudadanos constituidos para participar de manera independiente en las elecciones del 2024; en el interés de presentar una propuesta electoral que dispute el poder, y apunte a sacar al pueblo del cerco político  y al país de la trampa económica,   en que los  han metido los gobiernos que han ejércido la dirección del Estado.

2.- En ese mismo espíritu,  rechazar sin dilema la reelección del actual gobierno. 

El PCT, como todos los sectores progresistas del país, hemos  rechazado la reelección presidencial, provenga de donde provenga. Lo hicimos durante los gobiernos de Balaguer; rechazamos la pretensión reeleccionista de  Hipólito Mejía; rechazamos las Leonel Fernández y las que promovió  Danilo Medina. 

Las pretensiones reeleccionistas siempre han sido imposición sobre la base de los recursos del Estado. Nada han tenido de democráticas, ni han servido a la democracia.

El pueblo termina pagando de alguna manera el gasto de la reelección. 

3.- El  PCT llama a su militancia a la movilización popular, en demanda de una seguridad social digna; por la rebaja de los precios;  para derrotar la privatización expresada en la política de Alianza  Público-  Privada; en defensa de los recursos naturales y de los derechos generales de la clase trabajadora y del pueblo en general.

Comité Central 

Firmado: 

Manuel Salazar, secretario general

Virtudes Álvarez,  Vocera pública.



sábado, 25 de junio de 2022

Proceso democrático y el camino independiente

 Por Fortune Modeste Valerio 

La euforia por los triunfos electorales, del progresismo y la izquierda en América Latina y el Caribe, durará muy poco en nuestro país, emular sus experiencias, está por verse. Sin embargo, existen las condiciones favorables para emprender un proyecto electoral y unitario de cara al 2024. Se dice que hay conversaciones al respecto, pero no terminan de cuajar.

La realidad es muy diversa y diferente, en cada uno de nuestros países. El curso histórico tienen matices que los diferencian en lo cultural, étnico, social, económico, políticos y hasta en la idiosincrasia. Los triunfos electorales progresistas y de izquierda, poseen aspectos muy particulares que solo ellos pueden manejar con independencia y creatividad, de acuerdo con sus necesidades latentes y coyunturales. 

No fue casual la elección de la vicepresidenta electa de Colombia, Francia Márquez, en el triunfo electoral de la coalición progresista y de izquierda, denominado Pacto Histórico. Una jugada política que surgió de las mismas entrañas, elegida en forma mayoritaria en unas primarias, del pueblo colombiano. La creatividad siempre va de las manos con la realidad, es la mejor manera de ir acorde con la coyuntura en desarrollo. 

En nuestro país los proyectos políticos que pudieron convertirse en maquinarias electorales, para llegar al poder, se desperdiciaron. Desde el Movimiento Revolucionarios 14 de Junio hasta la Unión Patriótica UPA, todas con diversas razones, no lograron comprender el tránsito democrático. El transcurrir ha sido doloroso. Las divisiones y el aislamiento, parte el alma. Pero no hay mal que dure cien años...

Se ha vivido de espalda al proceso democrático, sin aprovecharlo adecuadamente, avanzando de manera independiente. La identidad revolucionaria se ha resquebrajado en lo general, se conserva en lo individual y particular, No se le da importancia a los escenarios que brinda la democracia capitalista para emprender un camino propio, con marcada diferenciación.

La izquierda dominicana tiene suficiente arraigo histórico que no ha permitido desaparecer su sentimiento y su presencia en el corazón de la población. Su existencia, con todas las debilidades y deficiencias, se debe al trabajo de lo que han cargado en sus hombros el pensamiento y la actuación de los revolucionarios. 

Hay que estrechar lazos de amistad, acercamiento y unidad entre progresistas, democráticos, y la misma izquierda, si queremos avanzar. Trazar la línea de Pizarro con los conservadores y corruptos. De manera tal, que se pueda notar diferenciación en todos los aspectos, para tener identidad propia ante la población. 

Esa izquierda, que se observa oronda y productiva, en América Latina y el Caribe, es el resultado de trillar un camino independiente, involucrarse en la brega del pueblo, y unirse para poder insertarse con éxitos en el proceso democrático. Lecciones que no deben olvidarse, si se quiere acompañar la Ola progresista y democrática que continúa su agitado curso.

Fortune Modeste V


Gustavo Petro y sus circunstancias

 Por Rafael Chaljub Mejía

Celebro el resonante triunfo de Gustavo Petro en las elecciones de Colombia, pero comprendo las limitaciones que le imponen las circunstancias en que asciende al poder.

No estamos ante el caso histórico de Cuba. Allí se alcanzó el poder por vía de una revolución armada que destruyó la ensangrentada maquinaria que sostuvo la dictadura batistiana, dos años después y con el pueblo en armas fue derrotada la contrarrevolución armada en Playa Girón y Bahía Cochinos y en el mismo abril de 1961, mediante numerosas expropiaciones, se destruyó casi por completo la base económica de la vieja oligarquía y los monopolios norteamericanos.

Petro llega al poder por la vía electoral, con el antecedente de una hermosa jornada de resistencia e insubordinación civil que ganó las calles de las principales ciudades de Colombia, pero que no podía tomar otro cauce que el electoral. Mucho menos cuando la principal guerrilla se había visto forzada a transarse ante la imposibilidad de llegar al poder después de más de cincuenta años de lucha.

De todos modos, se trata de un triunfo de gran importancia. Porque golpea severamente la cadena de dominación imperialista en uno de sus más importantes eslabones en Latinoamérica.

En Colombia, el Israel de Suramérica, plataforma de agresión de los yanquis contra otros países, escuela del paramilitarismo, el terrorismo y la represión contra las fuerzas populares, todo un narco Estado que ahora sufre un revés al ser derrotada su más clara expresión política, el uribismo. Todos esos elementos están golpeados pero no vencidos y van a venir por la revancha.

El nuevo presidente tendrá que lidiar con ellos y es mi esperanza que sepa hacerlo. Sin exigirle hazañas que las circunstancias no le permiten, pero que ponga a Colombia en ruta hacia nuevos horizontes.

Que le ponga cese al crimen impune y freno a los asesinatos de líderes políticos y sociales y a la rampante corrupción, que adecente a ese hermoso país, desmonte las estructuras de violencia y separe del Estado las influencias del narcotráfico y sus representantes.

Que reivindique a los trabajadores, al martirizado pueblo de Colombia, a “los nadies” y que, en manos del nuevo gobierno, Colombia vuelva a la paz interna con justicia y al plano de buena vecindad con los países hermanos.

El nuevo presidente tiene las suficientes luces y es de esperar que, desde el poder, no le falten el coraje y la habilidad de que hizo galas en la oposición. Otra vez: vamos, Petro.

Rafael Chaljub Mejía

Asimilemos creadoramente la victoria de Gustavo Petro de Colombia

Por Francis Santana

El domingo 19 de junio el pueblo de Colombia obtuvo una resonante e histórica victoria electoral en segunda vuelta, en la que las fuerzas progresistas, democráticas y de izquierda alcanzaron más del 50% para derrotar a la derecha política.

El discurso y la política que llevó a Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, deben ser tomados muy en cuenta por las fuerzas del campo progresista en nuestro país, al momento de definir su programa en la presente coyuntura.

El Pacto Histórico, acuerdo político que incluye a los más amplios y diversos sectores democráticos colombianos, interpretó fielmente las urgentes aspiraciones e intereses de las mayorías de esa nación azotada durante largas décadas por la guerra y el saqueo de sus riquezas por parte de potencias extranjeras en estrecha alianza con una oligarquía local guerrerista y narcotraficante.

EL Pacto Histórico, se comprometió a implementar un Programa de Gobiernopriorizando la paz, en un país desangrado por una guerra que ya se prolonga por casi tres cuartos de siglo.

Ofertó garantizar desde el poder del Estado una verdadera justicia social, en una de las sociedades más desiguales y discriminatorias de nuestra América.

Levantó muy en alto la defensa de los recursos naturales, la igual de géneros, el respeto a las preferencias sexuales, la defensa de la producción agrícola, la creación de oportunidades de estudio y empleos para la juventud, seguridad social universal y verdadera, la industrialización del país y trabajar por una real unidad e integración de los países de América Latina y El Caribe.

Fue con esa política democrática y diversa en amplitud, que fueron capaces de construir un poderoso torrente político-social en el que se integraron con entusiasmo y profunda vocación de poder, sectores de izquierda, progresistas, feministas, ambientalistas, juveniles, obreros, campesinos, intelectuales, trabajadores de la cultura, productores nacionales, patriotas y religiosos de avanzada, entre otros.

Y fue esa contundente unidad la que pudo hacer posible que este 19 de junio, Gustavo Petro y Francia Márquez alcanzaran una resonante victoria en Colombia, derrotando a una oligarquía enemiga de la paz, del pueblo, de su propia nación y arrodillada servilmente al poder extranjero.

La victoria del pueblo colombiano es el resultado también, de una correcta combinación de la lucha en las calles, con la contienda electoral.

Aprendamos de esa aleccionadora experiencia colombiana; claro, sin hacer extrapolaciones arbitrarias, teniendo bien claro que nuestra causa transformadora tenemos que guiarla y asumirla a partir de nuestra realidad concreta, a lo dominicano, pues todo proceso tiene sus propias leyes particulares.

Celebremos con entusiasmo la victoria del combativo pueblo colombiano y saludemos con optimismo el poderoso tsunami progresista que victoriosamente recorre toda América Latina.

Cada día queda más en evidencia, que podemos vencer…Y que venceremos.

Francis Santana

miércoles, 22 de junio de 2022

Petro y Márquez: un triunfo de la firmeza

Por César Pérez

Las recién finalizadas elecciones presidenciales en Colombia arrojan unos resultados que, entre otros elementos altamente positivos, constituyen un tributo a la firmeza de la dupla vencedora: Gustavo Petro y Francia Márquez, presidente y vicepresidenta. Venciendo, amenaza de muerte y todo tipo chantaje, ambos han mantenido coherentes con sus respectivas trayectorias de lucha, bien dilatada la del primero, relativamente reciente pero intensa la de la segunda. Inician una experiencia inédita, esperanzadora para Colombia y los países circunstantes, pero conscientes de asumir el poder en una sociedad en extremo compleja, enfrentados por sectores que no reparan medios para mantener sus privilegios y en una coyuntura internacional signada con graves amenazas.

El triunfo del binomio, lo encabeza por un candidato/presidente que se define de izquierda. Lo valida su trayectoria, su discurso y su acierto de haber incorporado a su proyecto presidencial las reivindicaciones de inclusión social a esos sectores ancestralmente olvidados, invisibilizados, acosados discriminados y personificados en Francia Márquez, lo cual constituye un hito en esta región que del mundo es la más desigual. Esta propuesta, junto a la de Evo Morales en Bolivia, ha sido la más radical oferta de representación electoral a la más alta instancia del poder hecha por la izquierda en este continente de ancestrales prácticas de exclusión y reclusión contra diversas etnias, algunas de ellas inmersas en viejos y complejos procesos reivindicativos.

Francia Márquez, ha mantenido un sostenido discurso de llamado a la insumisión a la etnia que representa, a los pobres y a las mujeres en general. Si hoy es vicepresidenta no lo es sólo por ese discurso, sino porque su activismo político la llevó a conquistar cerca de 800 mil votos en las primarias presidenciales, siendo la tercera más votada. La valentía e inteligencia política de Petro hizo que la escogiera como compañera de fórmula, rechazando las presiones de contenido racistas de algunos sectores. No podía obviar el peso específico de Francia en términos electorales, como tampoco el significado de los excluidos de siempre en su proyecto presidencial. La referencia a esto último fue parte esencial en su primer discurso al ser elegido.

El resultado de estas elecciones es aleccionar para la izquierda de esta región, enseña que la democracia es el mejor escenario para la lucha política, demuestra la diversidad de filones aprovechables para esa lucha, la importancia de batirse por la democratización efectiva de la representación y representación de los excluidos, además de la diversidad de demandas puntuales en el territorio. Fueron, según un mapa de crecimiento de Petro/Márquez, los territorios más pobres, sobre todo la zona caribeña de donde es oriunda Francia, precisamente, el caladero de votos definitorio a favor de la dupla en la segunda vuelta. Para ganar había que provocar una sólida participación de sectores tradicionalmente excluidos los cuales determinantes para la victoria.

Esa partición para la victoria, creará expectativas a esos sectores sobre el nuevo gobierno que lo obligará, a enfrentar las grandes desigualdades sociales En ese enfrentamiento el papel de la izquierda puede ser determinante, pues esta tiene la particularidad de que gran parte de ella, en su momento, se ha alzado en armas contra esas desigualdades, Petro hizo esa experiencia. Puede ayudarle su concepción de que la lucha por conquistas democrática en el territorio fortalecida en su experiencia de alcalde de Bogotá, y es compartida por el grueso de la izquierda ex guerrillera que espera de él el impulso del respeto a los acuerdos para la paz y además la existencia de muchas organizaciones comunitarias que durante décadas se ha batido en los espacios de las zonas urbanas y rurales.

Esa circunstancia, constituye una posibilidad para seguir movilizando la gente para el cambio que promete, pero es sólo eso, una posibilidad, tendrá que vencer las posiciones extremas de la impaciencia y la del acomodo conservador, dos tendencias corrosivas siempre presentes en los procesos de cambio. Los problemas de ese país son tan grandes como sus potencialidades, enfrentarlos con firmeza es la clave y eso no es sólo tarea de Petro ni de Francia y la gente que ella personifica sino de quienes, sean o no parte de ese proyecto, que en Colombia como y fuera de ella, apuestan por un cambio. El pacto que configuró la nueva mayoría podría no ser suficiente para prácticamente refundar el país.

Porque de eso se trata, un país de grandes potencialidades, pero con una clase dirigente, voraz, rapaz y conservadora, no se cambia en cuatro años sino en decenas de años, con una amplia base de sustentación que requiere más que voluntad, inteligencia. En su primer discurso, Petro presidente se orienta en ese sentido. Falta ver si esta vez el programa y los discursos de campaña son consistentes con los discursos y los programas de gobierno. Lograr esto no es tarea fácil, para ello se requiere, entre otras cosas, tener conciencia de que la unidad, el pluralismo político, ideológico y social que llevaron al poder a esta nueva mayoría deben constituirse en el principio que guíe la práctica gobierno.

La esencia de este aserto fue explícita en el primer discurso de Petro. Un buen augurio.

Fuente: Petro y Márquez: un triunfo de la firmeza | Acento

César Pérez